En lugar de andar a tientas con instrumentos separados, los aviadores ahora podían hacer estos cálculos directamente en su muñeca, algo que se consideraba una característica revolucionaria en la década de 1950. Los pilotos confiaban en el Navitimer, ya que Breitling era famosa por sus cronógrafos, y el Navitimer mantuvo esa reputación con movimientos fiables y de alta calidad. Su funcionalidad en aquella época era inigualable, lo que convirtió a Breitling en el reloj de referencia, ya que nadie fabricaba nada similar. El bisel circular de regla de cálculo no era sólo un truco; en una época anterior a las calculadoras electrónicas y al GPS, proporcionaba una utilidad real para la planificación de vuelos y la navegación. La esfera grande y contrastada se diseñó para una rápida legibilidad en condiciones de turbulencia y en cabinas poco iluminadas. Algo que muchos pilotos experimentaban especialmente durante los vuelos nocturnos o en condiciones de escasa visibilidad. En las primeras ediciones, el Navitimer llevaba incluso las alas de la AOPA en la esfera, lo que consolidaba su identidad como instrumento para pilotos.A medida que la aviación entraba en su edad de oro, el Navitimer se hacía inseparable de la imagen del piloto moderno. Apareció en las muñecas de capitanes de aerolíneas, aviadores militares e incluso del astronauta Scott Carpenter, que lució un Navitimer "Cosmonaute" especial durante su vuelo espacial Mercury-Atlas 7 en 1962. La fuerte asociación del reloj con la aviación le dio un aura de símbolo de estatus, un poco como la del Rolex GMT, no era sólo para profesionales sino también para entusiastas y soñadores que querían capturar el espíritu del vuelo. Incluso en la era actual de la cabina digital, en la que el GPS y la aviónica avanzada manejan cálculos que antes se hacían con reglas de cálculo, el Navitimer no ha perdido su relevancia. Por el contrario, se ha convertido en una pieza patrimonial, valorada por los pilotos por su historia y por los coleccionistas por su diseño.
CÓMO EL BREITLING NAVITIMER SE CONVIRTIÓ EN UN IMPRESCINDIBLE PARA LOS PILOTOS
Pocos relojes tienen un estatus tan icónico en la aviación como el Breitling Navitimer. Más que un reloj, se ha convertido en una herramienta de cabina, un símbolo de precisión y un compañero de confianza para generaciones de pilotos. Su viaje desde un ingenioso diseño en los años 50 hasta convertirse en un imprescindible atemporal para los pilotos es el resultado de que Breilting haya sido pionera en la horología para la aviación. Todos tendemos a obsesionarnos con los relojes de buceo y de vestir, ya que son los más populares, de ahí que a menudo se pase por alto a Breitling. Sin embargo, su emblemático reloj de piloto es un icono para todos los pilotos y, dado que muy poca gente le presta la atención que merece, pensamos que sería una gran idea echar un vistazo a su emblemático Navitimer.
Presentado en 1952, el Breitling Navitimer fue diseñado en colaboración con la Aircraft Owners and Pilots Association (AOPA). En aquella época, la aviación avanzaba rápidamente y se expandía por todo el mundo. Las líneas aéreas comerciales se expandían, la aviación privada estaba en auge y los pilotos necesitaban instrumentos de muñeca fiables para complementar sus indicadores de cabina. Ahí es donde destacaba el Navitimer, ya que combinaba el cronometraje con un bisel de regla de cálculo. Esto permitía a los pilotos realizar cálculos cruciales en pleno vuelo, algo esencial para un piloto. Con el Navitimer, los pilotos podían calcular el consumo de combustible, la velocidad de ascenso y descenso, la velocidad sobre el terreno, la distancia y la autonomía. Una cantidad impresionante de cálculos diferentes para un solo reloj, pero algo que realmente ayudaba a los pilotos. Hoy, en 2025, pocos pilotos lo utilizarán, pero por aquel entonces las cabinas de los aviones no eran los cerebros digitales que son ahora.
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Y ahí lo tienen, una mirada al reloj más icónico de Breitling y cómo empezó hasta donde están ahora en 2025. El Navitimer, independientemente del modelo por el que se opte, es un reloj fantástico con una rica herencia y un verdadero aspecto de reloj-herramienta. La calidad de sus relojes es sublime y con más de 40 variaciones entre las que elegir en Breitling, puede estar seguro de encontrar su Navitimer perfecto.Las iteraciones modernas presentan movimientos actualizados, acabados de lujo e incluso integraciones de tecnología inteligente, pero el ADN del reloj original de 1952 permanece intacto. Sigue siendo una herramienta funcional, pero lo más importante es que encarna el romanticismo del vuelo y el ingenio de una época en la que la precisión mecánica era la reina.
James Talbot