Empezando por el miembro fundador de la colección, tenemos el reloj de buceo «estándar» Black Bay 41. Se trata del Black Bay moderno original, presentado en 2012 con una caja de acero de 41 mm y una resistencia al agua de 200 m. Como se puede imaginar, cuenta con todas las características habituales, como el bisel giratorio de buceo, la corona sobredimensionada sin protectores, las agujas en forma de copo de nieve y el cristal de zafiro abombado. Estos modelos cuentan con el calibre interno MT5602 con una reserva de marcha de 70 horas, lo que los convierte en un reloj de buceo perfecto para todo tipo de situaciones. Hay una amplia variedad entre la que elegir: un modelo clásico monocromo, con bisel burdeos, bicolor o totalmente cerámico. Si 41 mm le parece demasiado pequeño, siempre puede optar por el Black Bay 68 o el Bronze, ambos de 43 mm y fabricados íntegramente en bronce, sin duda una pieza muy llamativa.
LA GAMA TUDOR BLACK BAY EXPLICADA
Con todos los nuevos lanzamientos de Tudor en los últimos 5 años, la colección Black Bay ha crecido tanto que puede resultar bastante confusa. Incluso han cambiado los nombres de algunas líneas. Tudor presentó el Black Bay en 2012 y fue diseñado como una reinterpretación moderna de los relojes de buceo vintage de Tudor, especialmente los de los años 50 y 60. Algunos códigos de diseño característicos se han mantenido en toda la colección, lo que le ha permitido expandirse tanto como lo ha hecho. Por eso, hoy vamos a echar un vistazo rápido a todos los modelos que forman parte de la gama Black Bay para ayudarte a comprender cómo está construida.
En cuanto a las características clave del diseño que definen la línea Black Bay, no se puede empezar por otro sitio que no sea sus famosas agujas Snowflake. Son atrevidas, la angular aguja horaria «snowflake» es un diseño tan icónico que además cumple la función de ser muy legible y fácilmente reconocible. Todos los modelos Black Bay de Tudor tienen una esfera y un cristal abombados para dar al reloj más profundidad y cierto encanto vintage. Todos los cristales utilizados en los relojes son de zafiro, pero con una forma que recuerda al antiguo estilo de plexiglás. La «corona grande» sobredimensionada es otro diseño famoso que rinde un pequeño homenaje a los primeros Tudor Submariner, con un agarre más fácil y un aspecto vintage. Para formar parte de la línea Black Bay, los relojes deben tener una resistencia al agua de 200 metros, ya que esta línea está diseñada para ser llevada y utilizada en casi todas las situaciones en las que te puedas encontrar. Desde 2016, Tudor ha pasado a utilizar sus propios calibres de fabricación propia en la línea Black Bay, mejorando la reserva de marcha, la precisión y el valor patrimonial.
Antes de entrar en detalle sobre cada uno de los modelos, para evitar repetirnos en cada uno de ellos, Tudor ha introducido algunas mejoras nuevas en todos, o al menos en la mayoría, de los relojes de la línea Black Bay. Algunos modelos Black Bay, especialmente los más nuevos (incluidos algunos de cerámica y algunos modelos «U»), han obtenido la certificación METAS, lo que significa una precisión más estricta y resistencia magnética. El nuevo cierre T-Fit es el nuevo sistema de cierre más ergonómico de Tudor, que permite realizar microajustes más fácilmente en las correas. Por último, algo que han estado haciendo últimamente es ofrecer el mismo modelo de reloj pero en nuevos materiales, como bronce, metales más preciosos (cajas de oro y plata) y cerámica.
PRODUCTOS DESTACADOS EN EL ARTÍCULO
James Talbot